Los 8 tipos de viajeros más habituales

Los 8 tipos de viajeros más habituales

¿Qué tipo de viajero eres?

A continuación te contamos nuestra particular división de los tipos de viajero que existen, la mayoría de las personas son una combinación de ambas. ¿Que combinación es la tuya? ¿Te atreves a adivinar la combinación de tus amigos?

El Planificador

Meses antes del viaje ya tienes una lista con todo lo que vas a meter en la maleta, una lista de cosas que hacer antes, una con las cosas que hacer durante y otra para el “después” del viaje. Organizas al milímetro cada paso y por eso sabes que el viaje va a ser perfecto, si no hay espacio para la improvisación, tampoco la habrá para los errores, así funcionas y es perfecto. Tus viajes están llenos justo de lo que quieres, y nunca te pierdes nada.

El Aventurero

Saltar desde 4 mil metros, nadar con tiburones o irte al sitio más peligroso del mundo, da igual qué peligros puedas encontrarte porque tú estás dispuesto a vivirlos y ¡te encanta! Pero no sólo estás dispuesto a vivir estas emociones tan físicas, las emociones culturales también las llevas a la orden del día y no te asustas a la hora de bucear en sociedades que te son completamente ajenas.

El urbanita

Nueva York, Tokio o Londres, ¿qué gran ciudad ajetreada, llena de luces y nuevos sueños visitarás esta vez? Te gustan las ciudades que abren 24/7, los neones y las vibraciones de las esperanzas de la gente. Cuando uno va a una gran ciudad tiene en la suela de los zapatos siglos de aventuras, deseos y sueños de todos los habitantes que han pasado por allí, y no hay nada que te emocione más.

El fotógrafo

Tú ves el mundo con una óptica diferente, literal y figuradamente. Eres capaz de distinguir la belleza en rostros y paisajes que nadie más podría descifrar, y encima sabes plasmar ese momento a la perfección. Capturas los paisajes y los rostros que han visto cambiar al mundo, y que desean seguir haciéndolo. Tienes una sensibilidad superior a la del resto y sabes aprovecharlo al máximo.

El dejado

A ti te da igual la preparación, los planes o la planificación. Sabes a dónde vas a ir, pero poco más. Haces la maleta diez minutos antes de tener que salir para el aeropuerto, y eso te crea más de un problema a la llegada. Quizá recuerdas algún lugar que en aquella guía abandonada en tu salón te recomendaban, pero no tienes nada claro que vayas a ir, porque te gusta dejarte llevar y fluir allá a dónde vas.

El tranquilo

La paz es lo tuyo, y eres el polo opuesto del urbanita. Ni ciudades gigantescas, ni aglomeraciones de gente, y si es posible un lugar lejos del turismo masivo o en temporada baja, aunque el clima no acompañe. Te ves a ti mismo en esa pequeña cabaña leyendo y arrullado por los pájaros, o en una pequeña calita desconocida hasta por los pueblerinos, per-fec-to.

El naturista

Lo tuyo es estar en contacto con la naturaleza. Un bosque, un viaje para nadar con delfines, o snorkel en los arrecifes más impresionantes del planeta. Observar el mundo te aporta paz y sabes que la mejor forma de conservarlo es cuidándolo, así que planeas con cuidado tus vacaciones teniendo en cuenta el impacto que van a tener en el planeta.

El gourmet

Para ti el lugar es lo de menos, lo importante es la comida. Te encanta probar platos y postres nuevos y a donde vas arrasas con todo. Y no sólo hablo de restaurantes clásicos, te metes en el local que parece el más cutre de todos, porque sabes perfectamente que ahí sirven el mejor nankima, y sí, también recuerdas perfectamente la diferencia de sabores de un McDonald japonés y uno estadounidense.